Tómense cortezas de pan muy cocido ó rebanadas de pan tostado; se ponen en una cazuela con un poco de caldo á fuego muy lento; déjese que se consuma el caldo y que se peguen un poco las rebanadas, y despues se despegan, echando caldo nuevo; pásense á la sopera y se sirven caldosas.
viernes, 1 de febrero de 2008
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