Tómese una cebolla, que se pica muy menuda, friéndola en manteca fresca hasta que esté muy dorada; se echa un poco de harina y se deja freir hasta que se ponga casi negra; échese entónces el agua suficiente para el caldo, sal y un poco de pimienta, dejándola hervir seis minutos; se cuela, y empápese el pan, que debe ser corteza tostada, y nada de miga.
viernes, 1 de febrero de 2008
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